El instante, lo
sensual y lo emotivo
en un Retrato de
Watteau
“L'art c'est l'azur”
Victor Hugo
Si hablamos de la aparición de
elementos de pictóricos en este cuento, hay que mencionar, ante todo, el título
mismo y la mención de Watteau y que las palabras que siguen al título son un
retrato suyo. Sin embargo, Watteau pintaba un momento diferente del momento que
captura Darío en este cuento. La pintura de Watteau marcó la transición del
Barroco hacia el Rococó y la invención del género de fêtes galantes o
las fiestas galantes donde aparecían la clase elite en la naturaleza en sus
mejores vestidos y joyas. Y mientras que Watteau le interesaba el evento mismo,
Darío quería dibujar los últimos momentos antes de este evento. En otras
palabras, Darío optó para pintar lo que pasa entre bastidores antes de la gran
fiesta. Y cuando decimos “entre bastidores”, no es una metáfora, sino que una
representación real de las escenas teatrales de Watteau; ya que sus figuras
fueron como actores en un teatro lujo y aristocrático. Y si Darío y Watteau en
el cuento analizado no se encuentran en el momento o el tiempo que trataban; sí
se encuentran en el fin. Los retratos de Watteau reflejaban el ámbito
dieciochesco obsesionado la felicidad representada en el amor y su mayor
figura: la mujer (Rivas, 1967),
y Darío aquí captura lo mismo.
El autor/pintor de este retrato
nos introduce momentos íntimos en la vida de una fémina aristocrática en los
misterios de un tocador. Vemos a una dama, dando los últimos toques a su
vestido asegurando de que todo está perfecto.
Rubén quería designar una obra
autosuficiente, por eso, recurría a elementos de otros artes como la música y
en el caso de este cuento, la pintura. Rubén, aquí, es un pintor como es un
escritor. Buscaba en la pintura los efectos que dejan en los sentidos y utilizaba
las palabras para pintar. Y aunque es un cuento, no es una narración; sino es
una expresión del estado de ánimo de la protagonista. Darío quería comunicarnos
unas sensaciones sin la necesidad de expresarlas. ¿Y qué sensación es esa en
este cuento? Es la sensación de la debilidad y el orgullo de una mujer. Es la
mezcla entre la belleza absoluta y la inseguridad que tiene la dama. Estas
sensaciones dan lugar al tema principal de este cuento que, en mi opinión, es
el erotismo. La descripción del cuerpo de la mujer (el seno firme y pulido,
blancuras incitantes, pie pequeño, boca de dibujo maravilloso, sonrisa
enigmática, nuca fragante, … etc.), la descripción de su tocado (el corpiño
ancho y en forma de corazón, mangas abiertas, talle ceñido, faldellín de largos
vuelos, tacones rojos, … etc.) y hasta la estatua desnuda de Diana, la diosa de
la caza y de la luna conocida por tan sus habilidades cazaderas como por su
belleza, que están mirando a la dama _son todos elementos de una imagen
erótica. (Ruiz, 2017)
El autor omnisciente nos está
guiando para ver todos los componentes del retrato: ¿Qué vemos? ¿Cómo es? ¿Qué
sensación se evoca? Nosotros, como miradores secretos de este momento especial,
aparecemos solamente cuatro veces a lo largo del cuento para no romper con la
santidad del momento. Los lectores aparecemos dos veces en la primera línea del
cuento “Estáis” en la que no hacemos nada salvo estar en el espacio sin
movernos. Aparecemos después dos veces cuando el autor nos ordenó a mirar “Mirad”
los ojos de la dama y otra vez cuando nos mandó a ver “Vese” la dama de
pies a cabeza.
Dado que este cuento es un
retrato, Darío nos presenta todos los elementos de un retrato. Empieza con la
mención del lugar, de la escena (el tocador). Pasa después a la descripción de
uno de los elementos más cruciales en un cuadro: la luz y las sombras que en
este retrato viene de una girándula en el techo iluminando toda la escena desde
la altura. Aunque no sabemos exactamente la altura de la girándula, podemos
imaginar con la descripción que Darío la da (araña de luces opacas) que es
bastante grande; entonces, está bastante alto el techo. Esta altura de la
girándula hace que los bordes del objeto iluminado por tal fuente de luz, en
este caso la mujer, sean más suaves y menos definidos. Este efecto añade al
misterio del momento y el erotismo de la escena.
Un elemento engañoso de Darío
aquí es la escasez en la mención de los colores. En todo el cuento encontramos
solamente cuatro colores: el rubio del cabello de la dama, el rojo de los
tacones, el azul de los ojos y el bronce de la estatua de Diana. No obstante,
estamos en frente de otra paleta, la de sensaciones. Aunque no sabemos el color
de su vestido, de las joyas ni de las paredes del tocador, nuestros sentidos no
los requieren para completar la imagen en nuestra mente. Aquí, y en toda su
obra, Darío triunfa de lo bello sobre lo perspectivo (PHILLIPS)
Antes de terminar, quiero contemplar
un poco sobre el elemento de lo azul en la obra de Darío. En el “palacio del
sol” el azul apareció en el color del velo de la reina Mab que representó la
serenidad y la felicidad. En este cuento, el azul es el color de los ojos de la
dama. Darío emplea la voz del azul como símbolo de “etéreo, celestial,
artístico, propicio al ensueño, delicado, sugerente, ... etc.” (Castro, 1959) Entonces, el azul
para él era la representación de lo artístico y de lo sensual.
Para finalizar, describiendo el
estilo modernista, Darío dijo que se trata de “lograr no escribir como los
papagayos hablan, sino hablar como las Águilas callan” (PHILLIPS). Y lo que hacía
Darío en este cuento es trasladar la sensación del silencio y no hablar sobre
ella. Y lo que de verdad la obra de Darío tiene en común con la pintura es el
“dominio exclusivo de espiritual, de una especie de estado de ánimo” (Romera). Darío presta las
imágenes de la pintura no para imitarla, sino para captar “lo instante, lo
visual y lo emotivo”. (Ruiz, 2017)
Octubre 2017
Octubre 2017
Bibliografía
Castro, R. S. (1959). El
ciclo de lo "Azul" en Rubén Darío. Revista Hispánica Moderna,
págs. 81-95. Obtenido de http://www.jstor.org/stable/30205662
PHILLIPS, A. W. (s.f.). Rúben Darío y sus juicios sobre
el modernismo. Revista Iberoamericana, págs. 42-64.
Rivas, C. M.
(agosto-septiembre de 1967). Watteau y su siglo en Ruben Darío. Cuadernos
Hispanoamericanos, págs. 445-452. Obtenido de
http://data.cervantesvirtual.com/manifestation/283754
Romera, A. R. (s.f.). La
pintura en Rubén Darío. Ediciones Revista Atenea.
Ruiz, V. (enero de
2017). La pintura en la poesía de Rubén Darío. El Nuevo Diario. Obtenido de
http://www.elnuevodiario.com.ni/nacionales/415911-pintura-poesia-ruben-dario/
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